sábado, 28 de julio de 2012

Lisboa 1992



Dirijo grupos de terapia. Todos mis clientes son adictos. Drogadictos. Y ahi estan sentados. Con buena cara, atentos, educados. Por favor. Gracias. Buenos días. Buenas noches.

Cuando estoy sentado frente ellos me entretiene rebobinar e imaginarme como serían antes, cuando tomaban, cuando se emborrachaban. Les escucho atentamente, y creo ver a su yo preterito, sentado a su lado mirándoles, con cara de qué estas diciendo.

Mi cliente tampoco se ve reflejado en el personaje que ha aparecido, derepente, sentado a su lado. Con cara de no haber dormido, mirando nervioso de lado a lado, asustado, disimulando. Yo les tengo que presentar, Fulanito te presento a Fulanito. Tu. Antes. Puedes volver ahi. Encantado. Ese no soy yo. Nunca estuve ahi.

Y asi, a veces, dia tras dia. Hasta que al final, un día, se saludan, se reconocen. Bien. Empieza todo. Hay solución.

Es que hoy hablando con mi cuñado me he descubierto diciendo que la recuperación es muy dura, dificil. Pero no. Es mucho mas duro vivir necesitando recuperación. La recuperación es aliviadora, saludable, enriquecedora y sobre todo, casi siempre, necesaria.


Buenas tardes.

El de la boina soy yo, en 1992.

Publicado via app DraftCraft

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