domingo, 14 de octubre de 2012

Levis 501

A veces en la practica terapéutica se puede caer en la tentación de juzgar si el problema es lo suficientemente grave para darle el peso que le da el paciente. Grave error.

Hoy me he quedado encerrado entre dos tallas, una me apretaba y la otra me quedaba grande. Durante unos minutos he sentido impotencia, frustración y desasosiego. Mucho. Intenso. ¿Quién es quién para decirme, a mi, entonces, que un pantalón no es importante?

¿Quién soy yo para decirle, a nadie, nunca, qué es importante?

Menos mal que el disgusto sólo me duró unos minutos....

Buenas noches.

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