sábado, 15 de diciembre de 2012

Jingle Bells

Todos los años veo como hacia finales de noviembre el alcoholico empieza a enloquecer, como hombre lobo en luna llena. Es impresionante. Pasa. Siempre.

Es una locura gradual que va cobrando fuerza exponencialmente. Ahora, este fin de semana, están enajenados. Quieren beber y no lo saben.

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