viernes, 7 de diciembre de 2012

I can cope with almost anyone.

El otro dia estaba hablando con mi supervisor sobre un paciente muy dificil para mi. No conseguía vencer su resistencia, cada vez que estaba con él tenía la sensación de haberme peleado, sentía un poso de amargura que me dificultaba el resto del día, y me impedía tratarle con imparcialidad.

La verdad es que pretendía que me invitase, mi supervisor, a romper la alianza terapeutica, buscaba mi bienestar y quería ratificarlo con el. Pero no. Me recordó cual era mi trabajo. Que me joda, vamos.... Aprendí la lección, reconduje la relación, le pedí a mi paciente que me dijese él cómo quería ser ayudado y valoré si tenía sentido. Y lo tenía. Creo que vamos bien ahora. Por lo menos a tomado responsabilidad. Ya no es una victima del centro, al revés, el centro es fuente de ayuda para él. Bien.

Desgraciadamente, para tener esa autonmía terapeutica hay que garantizar la abstinencia, y algunos pacientes aún no están ahi. Tengo que seguir lidiando con ella, pero ya no es lo mismo.

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