martes, 25 de diciembre de 2012

Pero mira como beben los peces en el río...

Después de llamar a todos los pacientes para desearles unas felices navidades he caído en que les he deseado felicidad a la vez que normalidad. "Las navidades no existen" ha sido mi canción en diciembre.

Hace muchos años me bombardearon a mensajes navideños prefabricados, yo, siguiendo la pauta antinavideña y con intención de coherencia no me dí por aludido, no los conteste, las navidades no existen. Un poco más tarde me enteré que casi todos los pacientes se sintieron tremendamente decepcionados y abandonados por mi en unas fechas tan señaladas.

Hoy les he llamado porque les quería dar un abrazo, decirles hola, decirles que se el trabajo que estan haciendo, que animo, que venga... Quería y lo hice, desde la incoherencia, desde el cariño.

Gracias por darle sentido a mi trabajo, gracias por ayudarme a sentir que tengo cierta utilidad, gracias por escucharme.

Felices navidades sin.

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