domingo, 12 de agosto de 2012

Y venga y dale.

Por la mañana he llamado a los que llevan menos tiempo. Un simple que tal, cómo va todo... En el fondo es simplemente saludar. Pretendía pasar el resto del día sin ser terapeuta, ajeno a los vaivenes de los clientes. Descansando.

Al final del día, hace un rato, cenando en el restaurante de un amigo me entero de que una antigua cliente, de mi otra consulta, dónde yo trabajaba antes ha recaído.

Al principio pensé: "esta tia es jilipollas", ya se que es un pensamiento poco profesional, pero muy humano. Luego, volviendo a casa, sólo, sentí una especie de vacio. ¿Por qué? ¿Qué le hace a una persona volver a beber, y volver, y volver, y no poder parar?

Mañana la voy a llamar. La quiero dar un abrazo. Si se ha tropezado, aunque sea la demasiado vez, que siga, que se levante.

Buenas noches.

1 comentario:

  1. eso mismo me pregunto yo.. no se si hablamos de la misma persona, pero una familiar mia lleva recayendo y mintiendo mucho mucho tiempo ... y continua ... y yo ya he tirado la toalla.

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